La firma estadounidense de abogados Holland & Knight es acusada de no haber previsto un fraude por más de 3 millones de euros.
El hecho ocurrió durante una compraventa de acciones, en la que unos ciberdelincuentes interceptaron y suplantaron correos electrónicos de clientes del bufete de abogados, quienes se hacían pasar por vendedores. Mediante este fraude lograron recolectar documentación de las transacciones; también modificaron los datos bancarios, para ingresar las cuentas a las que tenían acceso los atacantes. Desviaron el dinero a Hong Kong, a una cuenta suplente que pertenece a Wemakos Furniture Co. Limited.
El ataque pudo evitarse, acusan al bufete de abogados de negligencia
La familia Sorenson demandó a la firma de abogados y al agente depositario de las acciones.
La acusación está fundamentada en que el bufete no implementó ninguna validación personal con las otras partes de la negociación en cuestión, lo que permitió que la intercepción a los correos electrónicos fuera suficiente para cometer el delito. El despacho no ejecutó ninguna medida preventiva de comprobación, como podría haber sido una llamada telefónica o una videollamada.
Los demandantes acusan al bufete de actuación negligente, incumplimiento de contrato e inobservancia del deber fiduciario que les corresponde.
En su defensa la firma explicó que sus sistemas informáticos no se habían visto vulnerados con anterioridad, por lo que actuaron conforme a las instrucciones recibidas desde el servicio de correo electrónico del demandante. Sin embargo, en el año 2015 la misma firma fue victima de una campaña de phishing que utilizaba su imagen para difundir un malware a través de enlaces maliciosos insertados en fake news.
Aún no se conoce cuál será la decisión del tribunal y la condena que enfrentará el despacho.
Fuente:
Redacción propia.